No todo está
escrito, eso es un hecho, sobretodo en la cama, donde puedes echar a andar tu
imaginación hasta donde quieras
1. Baja la temperatura Una de las maneras más efectivas para excitar a tu pareja es poniendo los nervios al límite. Súbele la temperatura y aplácasela un poco con hielo.
Pon en el congelador un pedazo de tela sedosa con la que después rodearás el pene de tu pareja o la puedes poner sobre el clítoris de ella y la moverás de arriba hacia abajo, lentamente. Esto generará un escalofrío que provocará muchas más alegrías después. La idea es hacerlo rápido porque el calor corporal seguro calentará hasta la tela y la “magia” del asunto se cambiará por la acción.
2. Sube la temperatura La técnica contraria sería meter el pedazo de tela unos segundos al microondas y cuando salga calientita, la colocas en la zona genital de tu pareja, haciendo movimientos ascendentes y descendentes. Esto asegura relaciones bien calientitas.
3. Cómetelo todo Si, lleva la comida a la cama. No se trata de que cubras tu cuerpo de sushi, sino de introducir elementos de la comida como chocolate, frutas o dulces, cualquier cosa que se te antoje para crear una conexión sensorial entre el placer sexual y la degustación de los manjares.
Lo interesante aquí es poner pedazos de comida justo en el lugar donde quieres que te acaricien y besen. Puedes iniciar un caminito de excitación.
4. Besa Pero no en la boca como acostumbras. Dedica un poco más de tiempo y esfuerzo para besar suavemente todo el cuerpo de tu pareja; sobre todo aquellas partes que sabes que le excitan más, hasta llegar a la zona genital donde puedes pasar largo tiempo haciendo que tu lengua llegue a los lugares más escondidos de la zona.
Aguanta todo lo que puedas y haz que tu pareja aguante también. Cuando crees que lo merezcan, pasen al siguiente acto.
5. Toma Té Busca dos sobrecitos de té de hierbabuena y prepara un té. Toma un poco y después baja a acariciar las partes más íntimas de tu pareja. El té calentará la boca y el mentol refrescará la zona cuando retires la boca. No olvides tomar varios sorbos para asegurar el efecto.
6. Collar de perlas Sirve no sólo como accesorio, sino también como juguete sexual. Cuando llegues a casa, quítate el collar y llénalo de lubricante, luego colócalo en la base de su pene, envolviéndolo; entrelaza los dedos y coloca las palmas de tus manos en ambos lados de su pene, entonces haz girar las perlas en todo lo largo de su falo.
7. Masaje No es cualquier masaje, tienes que calentar un poco de aceite en el microondas y ponerlo en una jeringa. Después escribe en el cuerpo de tu pareja las palabras que se te ocurran o haz los dibujos que quieras.
Empieza por el cuello y baja buscando esas partes que le excitan, pues verter el aceite con movimientos precisos será más placentero que el masaje en si. Aunque, no debes dejar el aceite olvidado, así que inicia un masaje erótico.
8. ¡Susúrrale! Quítate la pena y dile al oído cosas como: “Quiero llevarte a la mesa de la cocina y no parar hasta que explotemos juntos”, “Quiero tenerte dentro de mí”, “Estás tan duro que quiero comerte hasta que no puedas más”.
9. Juega con la velocidad Cuando estés masturbando a tu pareja, comienza con movimientos largos y lentos, para después ir moviendo la mano más rápidamente. Cuando sientas que está muy excitado, bajo el ritmo.
Al igual con ellas, toca primero suavemente su clítoris y luego aumenta la velocidad; cuando sienta que ya no pueda, para. Háganlo una y otra vez hasta que crean que merecen el coito.
10. Usa las dos manos Para acariciar, ¡no te limites! Utiliza las dos manos para recorrer el cuerpo de tu compañero (a). Empieza simulando un masaje y luego pasa las manos por donde menos se imagine; hazlo rápido, para sólo rozar y continúa con las caricias, hasta que su cuerpo te pida que lo (a) toques más en partes específicas.
1. Baja la temperatura Una de las maneras más efectivas para excitar a tu pareja es poniendo los nervios al límite. Súbele la temperatura y aplácasela un poco con hielo.
Pon en el congelador un pedazo de tela sedosa con la que después rodearás el pene de tu pareja o la puedes poner sobre el clítoris de ella y la moverás de arriba hacia abajo, lentamente. Esto generará un escalofrío que provocará muchas más alegrías después. La idea es hacerlo rápido porque el calor corporal seguro calentará hasta la tela y la “magia” del asunto se cambiará por la acción.
2. Sube la temperatura La técnica contraria sería meter el pedazo de tela unos segundos al microondas y cuando salga calientita, la colocas en la zona genital de tu pareja, haciendo movimientos ascendentes y descendentes. Esto asegura relaciones bien calientitas.
3. Cómetelo todo Si, lleva la comida a la cama. No se trata de que cubras tu cuerpo de sushi, sino de introducir elementos de la comida como chocolate, frutas o dulces, cualquier cosa que se te antoje para crear una conexión sensorial entre el placer sexual y la degustación de los manjares.
Lo interesante aquí es poner pedazos de comida justo en el lugar donde quieres que te acaricien y besen. Puedes iniciar un caminito de excitación.
4. Besa Pero no en la boca como acostumbras. Dedica un poco más de tiempo y esfuerzo para besar suavemente todo el cuerpo de tu pareja; sobre todo aquellas partes que sabes que le excitan más, hasta llegar a la zona genital donde puedes pasar largo tiempo haciendo que tu lengua llegue a los lugares más escondidos de la zona.
Aguanta todo lo que puedas y haz que tu pareja aguante también. Cuando crees que lo merezcan, pasen al siguiente acto.
5. Toma Té Busca dos sobrecitos de té de hierbabuena y prepara un té. Toma un poco y después baja a acariciar las partes más íntimas de tu pareja. El té calentará la boca y el mentol refrescará la zona cuando retires la boca. No olvides tomar varios sorbos para asegurar el efecto.
6. Collar de perlas Sirve no sólo como accesorio, sino también como juguete sexual. Cuando llegues a casa, quítate el collar y llénalo de lubricante, luego colócalo en la base de su pene, envolviéndolo; entrelaza los dedos y coloca las palmas de tus manos en ambos lados de su pene, entonces haz girar las perlas en todo lo largo de su falo.
7. Masaje No es cualquier masaje, tienes que calentar un poco de aceite en el microondas y ponerlo en una jeringa. Después escribe en el cuerpo de tu pareja las palabras que se te ocurran o haz los dibujos que quieras.
Empieza por el cuello y baja buscando esas partes que le excitan, pues verter el aceite con movimientos precisos será más placentero que el masaje en si. Aunque, no debes dejar el aceite olvidado, así que inicia un masaje erótico.
8. ¡Susúrrale! Quítate la pena y dile al oído cosas como: “Quiero llevarte a la mesa de la cocina y no parar hasta que explotemos juntos”, “Quiero tenerte dentro de mí”, “Estás tan duro que quiero comerte hasta que no puedas más”.
9. Juega con la velocidad Cuando estés masturbando a tu pareja, comienza con movimientos largos y lentos, para después ir moviendo la mano más rápidamente. Cuando sientas que está muy excitado, bajo el ritmo.
Al igual con ellas, toca primero suavemente su clítoris y luego aumenta la velocidad; cuando sienta que ya no pueda, para. Háganlo una y otra vez hasta que crean que merecen el coito.
10. Usa las dos manos Para acariciar, ¡no te limites! Utiliza las dos manos para recorrer el cuerpo de tu compañero (a). Empieza simulando un masaje y luego pasa las manos por donde menos se imagine; hazlo rápido, para sólo rozar y continúa con las caricias, hasta que su cuerpo te pida que lo (a) toques más en partes específicas.
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