Cita con un desconocido
¿Qué tal tener un amorío de una noche, pero
con nuestra propia pareja? Vestite para matar y citalo en un bar o en una
discoteca. Finjan que no se conocen y hagan cosas que saben que erotizarán al
otro: tal vez pasarle tu pie por la entrepierna o susurrarle que no llevás
lencería puesta o darle un besito húmedo en su oreja… El calor irá subiendo y,
si no pueden resistir, no esperen llegar a casa para comerse a besos.
Jugar a las cartas
No suena muy erótico, ¿verdad? A no ser que
suban la apuesta de manera sexy y divertida. Para este juego hay que ponerse en
clima: velas, comida rica, vinito, ropa sexy. No vamos a apostar dinero, sino a
quitarnos la ropa que llevamos puesta, a hacer un striptease, a complacer a
nuestra pareja con alguna fantasía o con su práctica sexual favorita. Así que
barajen esas cartitas y apuesten, ¡que en este juego ganan los dos!
Body painting
¿Recuerdan que cuando éramos niños uno de
nuestros pasatiempos favoritos era pintar? Pues volvamos hacerlo con nuestras
parejas y, en lugar de papel, que nuestro lienzo sea su cuerpo. Usen pinturas
para body painting y explórense mutuamente, dando rienda a sus dotes
artísticas. ¡Es una forma muy original y sensual de dar inicio al juego previo
Disfraces
También podemos jugar a ser otra persona o,
incluso, un personaje de ficción. El uso de disfraces es una práctica que
divierte a muchas parejas. Si aún no se han animado, es momento de probar. De
repente él puede ser tu súper sexy Jack Sparrow, muy al estilo de Johnny Depp
en Piratas del Caribe. Y chicas, ¡anímense a las pelucas! Escojan una que les
quede de maravillas y vivan la fantasía de ser otra, seduciendo a su pareja como
lo hicieron la primera vez.
Descubrí los puntos
En este caso necesitan un perfume. Se
recomienda usar aceite con esencias, para que al final se hagan un masaje de
esos que elevan la temperatura. El juego consiste en que uno de ustedes dos se
coloque pequeños puntos de perfume en ciertos lugares del cuerpo. El reto es
que su pareja logre descubrirlos. El roce de su nariz olfateándonos es súper,
súper sensual. ¡Y mucho más en las zonas erógenas!
La dominadora
Para este juego necesitan unas esposas para
atar las manos de su pareja a la cama y un pañuelito de seda para tapar sus
ojos. Quien asuma el papel del dominador podrá jugar con el cuerpo de su
pareja, ¡hasta enloquecerlo de deseo! Sólo cuando “ya no dé más” lo liberamos…
Hagan este juego con mucho cuidado y con la premisa de que el placer es lo
esencial.
Cómanse
Siempre se habla de esparcir todo el cuerpo
con crema batida y empezar a comernos. ¡Genial! Pero yo les propongo que lo
hagan de una manera diferente. Sin que él lo sepa, tené a mano un poquito de
miel o salsa de chocolate. Mientras le hacés sexo oral, empezá a untarlo y a
comerte la miel. ¿Por qué le va a gustar a tu pareja? Uno, porque lo vas a
sorprender y, en segundo lugar, porque la salsa, la crema o lo que uses le
genera nuevas sensaciones. Recomiendo la miel porque es bien pegajosa, así tus
lamidas van a ser mucho más profundas. ¡Ojo! Las sustancias o alimentos
azucarados no deben usarse internamente (en la uretra o dentro de la vagina)
porque pueden causar infecciones. Úsenlas siempre en forma externa.
¿Hiciste alguna vez estos juegos eróticos? ¿Cuál vas a probar
esta noche?
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